...Ese extraño lugar, aquél donde no podrías sentirte solo, un lugar donde puedes sentirte en casa...
Una vez escribí que todos mienten. Mentía. Sólo vemos dos cosas en la gente. Lo que queremos ver y lo que quieren mostrarnos. Como un ciego guiando a otro ciego. En ocasiones nos invitan a su vida, entre grandes sonrisas con esos ojos en blanco. Nos ofrencen su complicidad para ayudarnos a ser como somos, y nos prometen que no caeremos en ese abismo que es conocer a una nueva persona, pero...da vértigo mirar hacia dentro. No tenemos derecho a deshacernos del miedo, le debemos esa parte de nosotros que siempre ha estado allí, aquella que nos ha escuchado y nos ha ayudado a vomitar el aire, enriqueciéndonos con lo que sobra de nosotros mismos.
Quizás seamos más felices si renunciamos al deseo de controlar nuestro futuro. Pero aún así debemos elegir nuestras batallas o podemos perderlas todas juntas. La vida es una de ellas. Hay que saber luchar, además de sin miedo...sin esperanza.
"El que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino" Stephen Crane
