25 de noviembre de 2007

Welcome to the fuck

Siempre he creido que todo viaje es una vuelta a casa. Incluso para quienes alguna vez han sentido pertenecer a ningún lugar o decidieron olvidar el camino de regreso. Supongo que casi sin darnos cuenta las direcciones se llenan de razones que aún desconocemos, señalando un lugar tan similar a cualquier otro que sólo a nuestros ojos se vuelve lleno de color, inmenso...invencible. Convertimos el interior de ese lugar en una función, porque dentro de nuestra función, no puden herirnos. Dentro de nuestra función, no pueden tocarnos. Pero es una insensatez...creer algo así.

Nunca sabremos cuánto tardaremos en llegar, quién nos espera allí o que recuerdos nos recordarán quienes somos. Sólo el tiempo da significado a las heridas, pero...nada cicatriza si no sentimos ese paso. Quizás el dolor sea la excusa que nos hace humanos o simplemente el castigo que nos da la vida. Aún así, nos asusta pensar que cuida de lo que somos porque es sin duda el testigo más fiel de nuestra historia. De nuestra huella. De nuestro hogar.

(Desecha, vacía. La conciencia sigue goteando, resquebrajándose...deformando la ilusión de un nuevo viaje...donde...el miedo huele a miedo)

El dolor no nos sigue: camina adelante. Antonio Porchia

"Everything will be okay in the end. If it´s not okay, it´s not the end"