Una vez escuché a alguien decir que existen tres opciones en la vida: ser bueno, mejorar o dejarlo. En ocasiones escogemos la cuarta, ¿por qué?; lo más simple es que si no lo intentamos no podemos fallar,¿somos así de simples?...
La amistad es un reflejo involuntario, simplemente ocurre, no puedes provocarlo. Las sonrisas en forma de abrazos, abrazos cargados de segundos y segundos eternos, tatuados de colores. Y razones, muchas razones, para mostrar inmensa gratitud, para volcar nuestro dolor, para entregar el corazón o el regalo mutuo del silencio...
Dibujan casi por casualidad un círculo, haciendo de nosotros un poquito de cada uno de ellos. Porque son la gente con la que quieres vivir y en la que nos trasnformamos a veces. Nos recuerdan que la mejor manera de ver los sueños convertidos en realidad es despertandonos. Y luchan, por y contra nosotros, obligándonos a atravesar la vida y no a pasar por ella dando un rodeo.
Un circulo...acabado, casi perfecto, tan definido y pequeño como inmenso, un círculo de promesas, de sueños compartidos,un circulo...de cristal. La fragilidad del cristal no es debilidad sino fineza. Hay que cuidar un vaso de cristal o se rompe en pedazos. Entonces ocurre, nos exponemos al abismo que queda fuera no cerrando los ojos para no desaparecer.
Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol. Martin Luther King
